Se estima que para el año 2030, el 60% de la población mundial se alojará en áreas urbanas. El impacto combinado del desarrollo urbano e industrial, el uso de vehículos y las actividades humanas, dejan una huella en la calidad del medio ambiente, impacta negativamente en la calidad del aire y conduce a niveles crecientes de metales pesados ​​en el polvo de las calles.

El polvo de la calle tiene su origen en fuentes naturales y antropogénicas. Las fuentes antropogénicas incluyen emisiones relacionadas con el tráfico, descargas industriales, actividades domésticas, erosión de edificios y otras deposiciones atmosféricas. Por lo tanto, el polvo de la calle es un sumidero de contaminantes, pero también es un lecho de reacción y una fuente de aquellos contaminantes que pueden ser liberados a la atmósfera, los suelos y el agua.

órganos internos, actúan como cofactores en otras enfermedades y pueden causar daños en el ADN (6). Actualmente, el As, Cd, Cr (VI) y Ni han sido identificados como metales y metaloides cancerígenos para los humanos, mientras que el Pb se clasifica como probablemente cancerígeno para los humanos.

Lo anterior resalta la importancia de estudiar el polvo de la calle. Por tratarse de un campo de investigación relativamente nuevo relacionado con las ciencias ambientales, su estudio requiere ser abordado desde una perspectiva interdisciplinaria. Ahora, este campo ha adoptado una amplia base teórica y métodos de las ciencias del suelo, sin embargo, es necesario verificar si estos métodos y conocimientos adoptados funcionan bien para el polvo de la calle, y si un cuerpo específico de conocimiento para el estudio se debe desarrollar el polvo de la calle.

Durante la última década, se han llevado a cabo muchos estudios aislados de evaluación de riesgos para la salud humana de metales pesados ​​en el polvo de la calle empleando el modelo desarrollado por la Agencia de Protección Ambiental de EE. UU. (USEPA) para suelos. Sin embargo, no existe una visión general del tema y se han encontrado muchas diferencias estructurales y metodológicas entre los estudios; por lo tanto, es necesario revisar el estado del arte sobre este tema y establecer pautas para futuros estudios.

Entre los componentes complejos del polvo de la calle, los metales y metaloides pesados ​​(arsénico (As), bario (Ba), cadmio (Cd), cobalto (Co), cromo (Cr), cobre (Cu), hierro (Fe), mercurio (Hg) , la contaminación por manganeso (Mn), níquel (Ni), plomo (Pb), vanadio (V) y zinc (Zn) ha llamado la atención del público debido a la alta toxicidad, ocultación, persistencia y acumulación biológica en el ecosistema y los humanos. Pueden ingresar al cuerpo humano a través de la inhalación, la ingestión y la exposición dérmica, y pueden tener un riesgo no carcinogénico y carcinogénico. Pueden acumularse en los tejidos grasos del cuerpo y afectar los sistemas nervioso central y circulatorio, alterar el funcionamiento normal de nuestros

Hemos pensado que en el marco de la celebración del Día del Suelo, se llevará al cabo el simposio “La contaminación por metales pesados y los riesgos a la salud“. El evento se realizará en el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental de la Universidad Nacional Autónoma de México en el campus Morelia, en el estado de Michoacán.

En el programa se incluirán los resultados del proyecto: “La contaminación por metales pesados en el polvo urbano dentro y fuera de las casas en 10 ciudades antes, durante y después de la COVID-19: fuentes y rutas de ingreso al cuerpo humano”, financiado por la DGAPA-UNAM en el periodo 2020-2022.

Parte del texto fue tomado de: Aguilera, A., Bautista, F., Goguitchaichvili, A., Garcia-Oliva, G. 2021. Health risk of heavy metals in street dust. Frontiers in Bioscience, (Landmark edition) 26, 327-345.